Otro de los motivos para la celebración de ésta fiesta, fue la de recaudar fondos para la construcción de nueve aulas para catequesis, informó Mireya González de Páez, una de las organizadoras y participantes.
El evento contó con una diversidad de platos gastronómicos, desde tamales, esquites, tacos de guisados, tortas de cochinita pibil, tostadas de tinga, huaraches, quesadillas, fruta picada, refrescos, aguas, jugos, y no podían faltar los juegos de azar, para completar la kermés. Sin olvidar que para terminar una buena comida, se hace un espacio para el postre, fue el caso de los pasteles, el arroz con leche, las empanadas y el café.
Quienes se hicieron cargo de la caja para el cambio de dinero por boletos, los juegos y la venta de comida fueron las mismas personas de los apostolados, que quisieron apoyar con esta acción la construcción de los salones.
La fiesta estuvo animada por bailables regionales, que se llevaron el aplauso de los asistentes y que invitaron a su participación dando un mayor acercamiento a la gente con su iglesia.
Por ahora la Catedral no ha iniciado sus obras, ya que las misas que se realizan, se hacen en el Auditorio, y no hay una fecha programada para su apertura, menciona González de Páez.
Antes de iniciar el convivio, el sacerdote de la Iglesia, Rafael Ruiz Padilla, invitó a los presentes a disfrutar de la fiesta, pero también a tomar conciencia acerca de lo que representa la Santísima Trinidad, la unión del Señor Padre, Hijo y Espíritu Santo.